Al final de la visita nos dijo que nos mostraba donde pasaba a chorro de arena los arboles, habíamos visto algunos ya procesados tanto en su vivero como en el de su hermano y el acabado era extremadamente bueno.
Nos señaló la caseta donde lo hacia y que hasta ese momento creíamos que era su taller de trabajo, pero no. Una estructura sencilla y bonita de madera cerrada con placas de policarbonato albergan la zona de chorreado.
Creíamos que sería la típica maquina que ya habíamos visto en casa de Suzuki o Kawabe y que ya eran maquinas potentes e industriales.
Pero no, cuando enfilamos la entrada nos dimos cuenta de que estábamos hablando de otra cosa, el amigo Soichi no se andaba con tonterías.
Era una MAQUINAAAAA de la ostia, menudo pedazo de aparato. Ya quisieran muchas industrias algo como eso.
Con un coste aproximado a los 150.000 € es una autentica pasada, no acabas de entender el despliegue solo para hacer la madera de un bonsai.
Nos explicó al detalle su funcionamiento, máximo control para presión según se necesite, ambiente aislado sin polvo, extracción potente para tener una perfecta visión, etc.....
Los arboles se sitúan en el interior y se cierra para manejar el chorro desde fuera.
Un espacio amplio para arboles muy grandes.
La extracción deja ver el trabajo son problema. No hay polvo en el aire.
Esta es la arena que usa para casi todos los trabajos.
El compresor es un autentico armario, una bestia con una potencia descomunal.
La extracción tampoco es de juguete, un potentisimo motor deja siempre el aire limpio para ver perfectamente.
Después de pasar por la cabina y darnos cuenta tras todo lo visto que no somos nadie llega la hora de irse.
Le ponemos un poco de humor para no deprimirnos e iniciamos el camino hacia la casa de su hermano, que tampoco está descalzo de arboles.
Pero eso ya lo vemos otro día en.....EL OTRO IMAI