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viernes, 21 de febrero de 2014
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lunes, 17 de febrero de 2014
OCTOPUS: El arte de lo improbable o la sabina que no queria ser bonsai,1ª parte
OCTOPUS
La fe puede ser brevemente definida como la creencia ilógica en la ocurrencia de lo improbable.
(Henry-Louis Mencken)
Cuando iniciamos este proyecto hicimos un gran ejercicio de fé, lo que parecía imposible no era más que una imagen en nuestras mentes, un proyecto a largo plazo. Pero precisamente esa dificultad era su mayor atractivo. Hacer claro lo evidente no tiene mucha gracia.
Pensar en hacer un bonsai con esto requiere un gran ejercicio de imaginación. Es el típico material que cualquiera en su sano juicio evitaría comprar , pero ¿quien dice que tengamos juicio?
Pero comencemos por el principio.
Así llego, en una caja de madera, no es de extrañar que les de la risa a propios y extraños.
Habia que quitarla de esa caja y ver que sorpresas había dentro. Se veía sana pero no esperábamos tal cantidad de raíces.
Se eliminó toda la tierra del monte para comenzar con un cultivo que se pueda controlar y se metió en maceta en la ya típica mezcla de akadama y pomice.
Una vez metida en maceta quedo tal que así, era una cosa rara rara, pero .... que le vas a hacer, es lo que hay.
Los inconvenientes que todo buen aficionado racional debe evitar se dan en esta planta.
Dos troncos opuestos opuestísimos, más opuestos no pueden ser, uno para Murcia y otro para Cuenca.
El verde esta lejos de ..... de ..., esta lejos , en general, y soportado por ramas gruesas difíciles de mover.
A cambio tiene unos detalles de madera realmente bonitos, como base para hacer un perchero no tiene precio, para bonsai si que lo tiene, 20 euros... o poco más.
Tenemos tres troncos, cada cual a su bola, lo normal tal vez habría sido separarlos y hacer tres arboles.
Va en todas direcciones.
Separarlo por aquí no habría sido difícil, pero teníamos otras ideas en mente, atrevidas, pero otras.
Transcurrido el tiempo necesario para establecer la planta y darle el vigor suficiente para soportar el trabajo que teníamos pensado nos pusimos manos a la obra.
Pero eso en la segunda parte . . . . . . . . . . .
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