Este post está dedicado a una de las cosas más serias que existen, que más cuesta conseguir y por la que todos nos partimos los cuernos y que ademas cada vez tiene más pinta de estar en extinción, se trata del dinero. Algo con lo que no se debería jugar y por lo que tanto tenemos que sufrir la mayoría. Y podemos decir que el bonsái no tiene nada que ver con el dinero, pero sin dinero no hay bonsái. Así que aprender a invertirlo lo mejor posible siempre es una buena opción. Vamos a ello para que no entreguemos billetes y nos llevemos gato si vamos a comprar liebre.
Y tras este pequeño toque de humor toca hablar de conceptos que deberíamos de tener claros a la hora de comprar un árbol.
No entraremos en la calidad del material, ya que todos tenemos gustos diferentes y preferencias muy dispares. Lo que para uno puede ser bueno para otro tal vez no lo sea tanto.
Nos vamos a centrar en esos detalles que deberíamos tener en cuenta para que a la larga no nos sintamos timados o decepcionados con el material que hemos adquirido.
Empezaremos de abajo para arriba, de las raíces a la copa, aunque quizá, lo principal, sea profundizar en la salud de la planta.
¿En que está plantado? ¿cuantos años lleva plantado? ¿que trabajos se le han realizado a las raíces? ¿como ha brotado? ¿cuanto vigor tiene?. Esto nos dará una indicación de si nos llevamos una pieza para trabajar o para fondo de armario y a esperar...
Como en todo, tener confianza en la persona que nos está vendiendo la planta para tener la seguridad de que no nos engaña es un buen punto de partida, pero si no es así, hay algunas cosas que nos pueden ayudar.
Si tenemos el arbol delante podemos urgar en el sustrato para ver la cantidad y la calidad de las raíces, sin hacer daño no deberían ponernos pegas, si nos las ponen mal comenzamos, al igual que no esperan que paguemos con billetes falsos también deberían dejar asegurarnos de que no es falso lo que nos cuentan, pero si no es así podemos fijarnos en:
Si las raíces salen del sustrato en cantidad ya nos orienta del tiempo que lleva el árbol plantado en la maceta y la cantidad de raíces que tiene, a veces el exceso tampoco es bueno, ya que nos va ha hacer más dificl el transplante, aunque eso es un mal menor. Que se noten firmes sobre la tierra vieja también indica que lleva tiempo. Si las raíces sobresalen en un sustrato nuevo indica que ha sido mal trasplantado, las raíces no se han ordenado correctamente y posiblemente o de urgencia o se le ha cambiado a otro tiesto por algún motivo que desconocemos.
Si tenemos malas hierbas ¨maduras¨ o musgo viejo creciendo en el sustrato también nos puede dar una idea de cuanto tiempo lleva el árbol ahí.
Sustratos muy sueltos y poco degradados no son buena señal, si vemos que el árbol se mueve mucho tampoco lo es, es que se acaba de trasplantar. Esto en si mismo no es malo, pero no sabemos como va a responder al trasplante si no han transcurrido unos meses, si se muere un mes más tarde en casa será difícil reclamar. El transporte también puede suponerle un trauma si no está firmemente sujeto a la maceta.
Observar como está plantado el árbol, en que tierra, maceta, como está atado y con que, puede que nos indique lo fino que es el antiguo propietario y lo bien que hace las cosas, la gente meticulosa suele serlo en todo, tanto a la hora de recuperar como a la hora de hacer negocios.
Si se aprecia un trabajo chapucero es mejor desconfiar, indica indiferencia o ignorancia, ambas cosas poco aconsejables si nos jugamos el dinero.
Esta pomice tiene dos años, si os fijais hay restos de abono, corteza y la pomice tiene un color pardo verduzco, indica que han pasado muchos riegos por ella.
Esta pomice tiene menos de un año, el color es blanco grisaceo, denota trasplante reciente.
Otra cosa a tener en cuenta es el tamaño del contenedor donde está el árbol, en este por ejemplo no podremos saber el tamaño, grosor, numero, posición y tipo de raíces que nos vamos a encontrar en el trasplante, es todo riesgo, como habréis visto en un post reciente de Kingii esta planta estaba enraizada en cuatro sitios. Corregir esto llevara al menos tres años, no es motivo para descartar la pieza pero si tiene que considerarse en el precio, su valor se reduce a la mitad o menos.
Según la especie podemos arriesgarnos un poco más, posiblemente este no sea el mejor ejemplo, todos sabemos que las sabinas soportan muy bien las cirujías y los injertos, pero no sería lo mismo si estuviesemos hablando de una encina o un alcornoque, donde podría no haber solución satisfactoria.
En árboles que soportan mal los transplantes o las podas fuertes de raíces deberemos extremar las precauciones, ese material es mucho más valioso si está ya en una maceta pequeña y sin posibles sorpresas.
La posición del material en el contenedor nos puede dar, muchas veces, una idea aproximada de como serán las raíces del árbol en cuestión. Si está totalmente desplazado a un lado dar por seguro que todas las raíces van hacia el otro en la misma proporción que el tamaño del contenedor.
Debemos escapar de "esto después lo injerto o lo acodo y listo".
Si bien es cierto que lo podemos hacer, debemos de contar con el trabajo, el tiempo y el riesgo a la hora de adquirir el árbol y valorar si a la larga nos compensa o estamos preparados para hacerlo. Vamos a consumir unos recursos económicos que podríamos destinar a un proyecto menos arriesgado si tenemos un poco de paciencia para seguir buscando.
El problema de las sabinas suelen ser los enraizados multiples. Ese es el siguiente punto.
Muchas veces los árboles con facilidad para el autoacodo tienen raíces en distintos puntos, no suelen ser demasiado frecuentes en otras especies, aunque es muy habitual en los juníperos, hayas, e incluso tejos, muchas veces no sabemos bien de que raíces se esta alimentando la planta, en este caso en concreto si la planta vive de la maceta de atrás será magnífica, pero si por el contrario vive de la de delante, de las raíces de la punta, no valdrá absolutamente nada.
Solo después de un trasplante podría saberse y aun así podría no estar claro ya que las sabinas tienden a ajustar sus venas durante varios años después de ser recuperadas. Las venas que están vivas hoy pueden no estarlo en un tiempo. Cortar sin tener esa certeza puede llevar a lo que veremos en el siguiente ejemplo.
Podemos pensar que con ir eliminando raíces de la parte delantera o restringiéndole el agua para debilitarlas es suficiente, pero esta sabina acabó muriendo precisamente por eso, lo ideal es un trasplante a raíz desnuda para estudiar bien las dependencias, cosa que no solemos hacer hasta que hemos pagado el material y ya es demasiado tarde para quejarnos.
Es importante también, a la hora de seleccionar un material comprobar que las raíces se adecuén al estilo de bonsai que tengamos pensado hacer. Un literati va a ir a una maceta pequeña, una raíz larga es un gran problema. Una balsa o bosque ira a una maceta plana, unas raíces profundas son un problema. Una cascada necesita que las raíces entren hacia abajo en la maceta, si van en la dirección opuesta no podremos plantarlo con facilidad.
Intentar ver que entre en una maceta aproximada a su tamaño apropiado nos evitará problemas.
Por ejemplo, esta sabina parecía un buen bunjín, pero no sabemos como son las raíces. Los bunjín se plantan en macetas muy poco profundas, así que las posibilidades de llegar a meter esta planta en una maceta adecuada son inciertas
Otro aspecto a tener en cuenta es el nivel de plantado,la sabina parecía una cosa, y se había hecho un diseño con lo que considerábamos la base...
...pero la realidad resultó ser muy distinta al sacar un poco de tierra, había unos 30 cm de árbol enterrado, en este caso nos han venido estupendamente, pero otras veces podemos llevarnos sorpresas menos gratas.
El TRONCO
Cuando llegamos al tronco lo que primero se nos ocurre es la falta de movimiento y la conicidad inversa, la primera si bien es considerada un defecto, muchas veces se puede disimular; madera muerta, cambio de ángulo de plantado o acodos son algunas de las técnicas más usadas para disimularlo o eliminarlo. En la mayoría de estilos el movimiento da valor a la pieza.
Pero la conicidad inversa es muy dificil de corregir, debemos de escapar de ella en la medida de lo posible, excepto contados casos en que trabajos como el pelado de corteza u trabajado de la madera puedan corregirlo, nunca en caducas, lo mas probable es que nunca podamos hacer un buen bonsái con ese árbol.
Este tipo de piezas pueden ser interesantes como bonsái para practicar y mejorar nuestras técnicas, pero siempre que su precio sea moderado.
Si os fijais en este caso, la zona donde está el jin y el hueco es bastante más gruesa que la base del árbol, en este caso la única solución para tener un bonsai de calidad es el acodo.
Tampoco son interesantes troncos muy altos y despoblados, como este caso, vestir este árbol nos llevaría una vida.
Hablando de troncos deberemos escapar de los cortes grandes, tanto en la parte aerea como en la enterrada.
En la parte que queda bajo tierra, puede sernos complicado mantener sana esa madera que hemos dejado expuesta, y eso puede poner en riesgo la salud de la planta.
Aunque esto no lo vemos cuando compramos un árbol, es interesante conocer el riesgo que conlleva cuando lo transplantemos.
Se hace imprescindible el perfecto saneamiento y protección de los cortes grandes en las raíces, para evitar la podredumbre y la aparición de hongos.
Además cortes tan grandes en el sitema radicular puede tener efectos secundarios en el la parte aérea, secando ramas o incluso venas enteras.
Seleccionar árboles grandes y desmocharlos para reducir su tamaño está a la orden del día en el bonsai. Pero deberíamos de conocer lo que ello implica.
Falta de conicidad, muchas veces los árboles son practicamente igual de anchos en la base como en la punta, haran falta años de crecimiento libre para que el tronco consiga una conicidad adecuada y un aspecto agradable a la vista.
Heridas antiestéticas, muchas de las especies utilizadas no tienen un poder de cicatrización suficientemente alto para cerrar las heridas hechas en las podas drásticas y no se consiguen resultados aceptables.
Retiradas de sabia, a veces después de las podas grandes los árboles secan venas importantes lo que va a comprometer su futuro diseño.
Artistas de la madera, otras veces la única forma de disimular los cortes y hacer que el árbol tenga coherencia es trabajar los cortes como jines, sharis y sabamikis, en este caso cada uno conoce sus límites, no creamos que vamos a dejarlo como la propia naturaleza, ni que nadie nos lo va a hacer en un taller de un día con 10 personas más, hacer un trabajo de madera bien hecho requiere conocimiento de las maderas de cada especie, destreza y sobre todo mucho tiempo. Es probable que suponga un coste añadido llevarlo a un taller para realizar el trabajo si la pieza tiene cierta calidad.
VENA VIVA
Este árbol parece muy muy bueno, un tronco grueso, con movimiento, compacto... solo tiene un defecto, las venas no están limpias y definidas, y a la postre puede darnos sorpresas desagradables, al ver este árbol nos lo imaginamos limpio y con las venas definidas perfectas, pero quizás no estén donde nosotros las imaginamos, y un árbol sin vena viva en el frente vale mucho menos y no tendría valor , aun teniendo las venas vivas si están definidas de hace al menos 4 o 5 años y hay varias puede darse el caso de perder alguna. En las sabinas con casi total seguridad si las venas se unen en algún punto del tronco acabara por quedar solo una con vida, en tejos esto no sucede siempre, pero si algunas veces como veremos más abajo.
Esto ya es otra cosa, no solo hay que valorar que sabemos justo lo que está vivo y muerto, sino que nos hemos ahorrado muchas horas de trabajo. Aquí aparentemente no hay sorpresas. Si el frente que creemos puede ser el suyo tiene su vena a la vista la pieza es buena, si no la tiene no lo es , pese a ser la misma planta. En este caso concreto ademas la vena de la derecha se ha perdido después de 7 años en maceta pese a estar perfectamente sano.
Este es un ejemplo de un árbol que cuando llegó a casa tenía todo el tronco verde y finalmente se secó todo y se quedó solo una vena viva en la parte trasera. Ha pasado de valer 10 a valer 2 para nuestra colección privada y 0 para alguien que desee crear una pieza de calidad.
En este punto hay que tener especial cuidado con los tejos, ya que mantienen vivas venas que están en retirada durante muchos años o más.
La corteza
La corteza no tiene mucha importancia en sabinas y tejos, pero es fundamental en otras especies como los pinos, llegados a este punto deberemos no solo conseguir un material con una corteza buena, sino extemar las precauciones a la hora de conservarla. es importante no tocarla, coger los árboles por los jines en los transplantes, o incluso poner algún tornillo en un nudo para tener un punto donde agarrar puede ser una buena idea.
hay que tener también cuidado con el musgo y las malas hierbas que se cuelan entre las plancas de corteza llegando a desprenderlas.
Llegados aquí y al hilo de lo anterior, es imprescindible hablar de los ullastres, no son los únicos, robles y encinas también, pero son en los que más frecuentemente se da el siguiente punto.
Algunas veces encontramos una planta con una corteza extremadamente vieja, deberemos mirar con atención, ya que muchas veces la corteza al secarse la vena que estaba debajo se craquela y abotona más todavía de lo que la planta tendría de serie, esa corteza que nos ha cautivado habrá que sanearla para definir la vena viva y la parte muerta con lo cual vamos a perderla, un shari recién creado no tiene el mismo valor que una corteza muy vieja. Conservarla no es una opción ya que antes o después va a desprenderse y podemos encontrarnos que en el frente no tenemos nada, en ese caso el bonsái carece de valor alguno.
LAS RAMAS
Son una parte importante del árbol y que muchas veces pasamos por alto, tendemos a fijarnos en la base, el tronco, la corteza o la madera, pero no damos mucha importancia a las ramas.
Este tejo tiene un tronco prometedor, pero las ramas apenas son brotes de algunos cm, formar un bonsai con esos brotes nos va a llavar mucho tiempo.
Muchas veces podremos adquirir troncos imponentes totalmente pelados, dar la longitud y grosor adecuados para que esas ramas formen un árbol de forma equilibrada puede ser en algunos casos un proceso largo que hay que sopesar según la variedad.
Recordemos que un tronco grueso necesita una rama proporcionada, gruesa, no vale de nada tener un tronco como una bombona de butano con ramas como lápices. La escala adecuada es uno de los mejores indicadores de la calidad de un bonsái, indica un trabajo diligente y una técnica correcta.
Según la variedad esto funciona diferente. En un arce de tres puntas las ramas son un proyecto fácilmente asumible, se pueden rehacer de nuevo en un plazo razonable, en uno de cinco puntas ya tardamos mas. En una sabina o un tejo , teniendo en cuenta la escala temporal de las coníferas , también puede llevarse a cabo esa labor, aunque será más lenta. En un pino la cosa es diferente, cada rama crece lo que estiren las velas en cada campaña, no hay más. Si necesitamos alargar una rama 30 cm haceros el calculo del tiempo necesario. Podríamos dejarla crecer a lo bestia en un contenedor grande para acelerarlo, en este caso lo que se retrasaría seria la ramificación fina, todo se puede hacer, pero ha de valorarse si un proyecto a muchos años encaja en nuestra expectativa.
A veces el problema es el contrario, ramas demasiado gordas que son imposibles de doblar o demasiado rectas e imposibles de posicionar con cierta elegancia.
Ramas muy largas que nos va a costar mucho reducir.
Las sabinas tienen la peculiaridad de que podemos hacer bucles con ellas para compactarlas y de que retroceden con cierta facilidad. Esta ha sido creada en 4 años a partir de la foto anterior.
Otras especies no son tan fáciles de retroceder o no admisibles los bucles y torsiones antiesteticas en el diseño, eso es parte de la esencia de las sabinas, pero nadie se imagina un roble por ejemplo con las ramas dando vueltas de un lado a otro, en esos casos el injerto puede ser una opción, pero recordemos la dificultad de cada variedad para el injerto y el tiempo necesario antes de adquirir un material de este tipo, el precio tiene que compensar el esfuerzo.
Este es un ejemplo de un árbol reducido mediante injertos. dos años para injertar las ramas y que cogiesen la suficiente fuerza antes de cortar el resto de verde, pero ahora hacen falta otros 5 o 6 años para formar el bonsái con una calidad aceptable.
LA MADERA
No debemos sobreestimar ni sobrevalorar la madera en algunos casos, a veces un shari bueno o unos jines bonitos nos hacen perder la cabeza, otras veces perdemos la madera al hacer el árbol, puede que el shari quede en la parte trasera o que los jines, como ha sido el caso de este tejo sobren casi todos.
Una madera con textura y vejez naturales tiene un valor, una madera recién pelada y sin textura no lo tiene. Si ademas esta trabajada con fresa y es muy evidente el valor desaparece.
La madera ha de tener un movimiento similar a la planta, una sabina retorcida con unos jines rectos es incoherente y no le aportan valor alguno.
Ojo con cegarnos con las maderas en variedades que no deberían tenerla. Puede ser de nuestro agrado como pieza de colección, pero eso no va en el precio. Un arce con madera o grandes agujeros no vale nada si lo consideramos como pieza de calidad. Un haya tampoco, una azalea menos aun. Estas variedades para ser de calidad han de estar libres de maderas, heridas visibles y jines.
Otra cosa a tener en cuenta es el estado de la madera, maderas que parecen muy buenas están muy deterioradas y al sanearlas se quedasn en nada. En algunos casos se pueden tratar o reparar con resultados aceptables, en otros casos es imposible.
Maderas que están mal situadas pueden parecer bonitas pero estorbar al diseño, si vamos a tener que quitarlas no computan en el precio.
Es muy común en los prunus por ejemplo que han ardido o se han roto,que la madera sea impresionante y que hayan rebrotado desde la base, la madera buena es mejor si tiene vena viva al lado, si la madera va por un lado y la parte viva por otro no sirve de nada.
Desde mi punto de vista un shari tiene más valor que un jin, y mejor si ese shari está enmarcado por vena viva a ambos lados.
En muchos casos estos detalles diferencian una pieza buena de una extraordinaria.
LAS HOJAS
Si la cara es el espejo del alma, las hojas lo son del árbol.
Todos sabemos que hay especies de hojas grandes y especies de hojas pequeñas, pero dentro de la misma especie hay árboles que tienen de por si hojas más pequeñas o más grandes que la media, el caso más claro lo tenemos en los ullastres que exhiben unas preciosas hojas diminutas.
Llegados a este punto debemos de tener cuidado con las hojas pequeñas, si van unidas a brotes cortos, color no homogeneo o anormal e incosistentes o demasiado blandas, pueden ser indicativo de brotaciones en falso, debilidad o alguna enfermedad, es muy común en los quercus, aunque otras especies no están exentas de este problema, deberemos asegurarnos de que los árboles hayan hecho brotaciones vigorosas, y al menos 2.
Llegados a este punto debemos de tener cuidado con las hojas pequeñas, si van unidas a brotes cortos, color no homogeneo o anormal e incosistentes o demasiado blandas, pueden ser indicativo de brotaciones en falso, debilidad o alguna enfermedad, es muy común en los quercus, aunque otras especies no están exentas de este problema, deberemos asegurarnos de que los árboles hayan hecho brotaciones vigorosas, y al menos 2.
En un pino es fácil saber como han sido sus cuidados en años precedentes, si las hojas del año anterior son mas finas y cortas que la de la ultima brotación indica que ha estado mal pero se está recuperando, si las del la ultima brotación son finas y no están perfectamente tiesas sino que se ondulan es que está débil por algún motivo. Las agujas han de ser tiesas ,duras y gruesas cuando el vigor es bueno, si ademas son cortas mejor. No confundamos esto con la técnica de reducción del tamaño. Aunque se queden cortas por un pinzado o poda correctos han de mantener igualmente las cualidades de vigor que hemos comentado, una cosa no quita la otra.
Para un junípero lo fundamental es el color , ha de ser vivo si es joven el follaje ha de ser verde intenso tirando a oscuro si es maduro, la tersura, no puede parecer deshidratada ha de ser tierna, el vigor, los brotes han de crecer con fuerza hacia arriba y la densidad, si tiene poca y el resto de marcadores están bien indica que está comenzando todavía a recuperarse en ese momento.
La aparición de agujas denota que ha sufrido un trauma excesivo para su resistencia, así como tener gran cantidad de flores o frutos, mala señal. Suele ser por un trasplante mal realizado o un trabajo demasiado severo. Un mal cultivo y el debilitamiento posterior también dan como resultado la aparición de agujas. En cualquiera de estos casos la pieza no pueda trabajarse hasta volver a brotar en escama y puede tardar entre un año mínimo o .... tres, cuatro, cinco.....
Otro motivo de la aparición de aguja es el exceso de abonado, pero en este caso se nota vigorosa la planta, al contrario que en los casos anteriores, pese a brotar en aguja.
Exceptuamos de estos casos los juníperos taiwaneses, la brotación en estos últimos en aguja es por un motivo muy diferente y requieren un gran conocimiento de la especie para evitarlas.
Muy importante, desconfiar siempre de coníferas recuperadas puestas a la sombra, en condiciones de sombra, temperatura y humedad adecuadas pueden parecer vivas mucho tiempo y no estarlo. En las sabinas puede prolongarse la vida del la copa hasta dos años, en tejos uno al menos, en pinos es mas difícil pero también aguantan mucho, si bien estos últimos no brotan ¨en falso¨como si hacen los anteriores incluso estando muertos. Los robles y castaños también suelen hacerlo.
En cualquier caso cuando lleguemos a casa si la exponemos al sol y está muerta se secará en cuestión de semanas.
Estos brotes indican que todo va perfecto.
Este verde (foto superior) está en un perfecto estado para la compra.
La misma sabina en la foto inferior no reúne las condiciones de garantía suficientes para llevarla a casa.
Dato importante.... el color y la densidad.
Las hojas también son un chivato del estado en lo referente a plagas. Han de estar limpias, enteras, no han de estar quemadas en caducos ni enroscadas, no han de tener manchas ni pinchazos. Han de lucir buen color y textura. Si ademas la planta es vigorosa se va a reflejar en sus hojas. Si no se da alguna de estas condiciones es que hay un problema, habrá que identificarlo y ante la duda mejor abstenerse de comprarlo.
Veamos unos ejemplos de diferentes estados en las sabinas de los casos más frecuentes que podremos encontrarnos.
Este es el aspecto que presenta después de haber estado enferma, el verde es escaso y se ha perdido en el interior, ademas no hay evidencias de estar recuperándose, este árbol no se puede comprar ya que aunque este curada no podremos trabajar sobre el al menos durante un par de años mínimo .
Esta sabina esta sana, la densidad es buena pero por algún motivo carece de fuerza para levantar las puntas, es un caso típico de problema de raíces, puede ser por falta de trasplante, tierra en mal estado o encharcada o un cultivo negligente. Se puede adquirir siempre y cuando el precio sea interesante y teniendo en cuenta que tendremos que darle al menos un año de cultivo para poder trabajarla y casi con toda seguridad trasplantarla.
Este es el aspecto que presentan las piezas recién recuperadas, el verde no tiene mucha fuerza y presenta un tamaño muy igualado por toda la planta, se concentra en puñados al final de las ramas y se aprecia que hay hojas de al menos tres años todas con tamaños similares, no hay brotación todavía post_recuperacion, el colorido va desde un verde claro a verde amarillento. Cuanto mas oscuro sea el verde mas sana está, por contra cuanto mas amarilla lo esta menos. No se puede comprar una pieza así ya que no se sabe cual va a ser el resultado. Puede brotar o no.....
Este caso es similar al anterior, recién recuperada pero presenta una diferencia evidente, las hojas de hace dos y tres años comienzan a caer, las del ultimo año están en perfecto estado. Indica que ha sufrido tras la recuperación o transplante y está realizando una selección de hojas ante su imposibilidad para sustentarlas todas. Rara vez se mueren tras este proceso pero quedan débiles normalmente durante un par de años antes de volver a tener fuerza para obtener un verde de calidad. Es riesgo para la compra es asumible pero ha de cotizarse a la baja.
Este es uno de los peores casos, indica enfermedad severa por hongos y debilitamiento general, el futuro es incierto y aun en el mejor de los casos seguramente perderá gran parte del follaje y con toda certeza ramas completas. No se puede comprar bajo ningún concepto, no llevárselo ni gratis. El riesgo de contagio a otros ejemplares es muy alto.
Se aprecia un aspecto similar en ejemplares que han sufrido fito toxicidad, la diferencia apenas se apreciable hasta el inicio de una nueva brotación. También se distinguen ambos casos en que la enfermedad por hongos suele ir a más durante un tiempo aun después de tratarlo y por toxicidad es repentino y se detiene con la misma rapidez, en cualquier caso en una vista rápida en un vivero carecemos de ese dato.
Dato importante, si el color tiende al azul no comprar.
Este es el estado ideal, el verde es brillante, las hojas jóvenes tienen un vigor acusado y crece con fuerza hacia arriba. Perfecto, denota un cultivo muy cuidado y que ha sido trabajado ya con anterioridad ya que tiene verde en el interior de la rama. La brotación está repartida por todo el árbol de forma homogénea. Es la pieza perfecta para trabajar con seguridad.
Igual que el anterior, pero en este caso se aprecia que no ha sido trabajado reiteradamente, la brotación es desigual, brotes muy fuertes en los extremos de las ramas y menos vigor en los interiores. Esta muy sano . Es ideal para primeros trabajos con garantía de resistirlo sin ningún problema.
En los caducos las cosas suelen ser más fáciles, las hojas han de estar sanas, ser abundantes y no tener manchas ,no estar rotas o mostrar un color extraño. Tampoco es buena señal que sean de diferentes tamaños en el mismo bonsái, si los cuidados son buenos las hojas suelen presentar un tamaño y color homogéneos.
En este post hemos echo especial hincapié en las coníferas y yamadori deliberadamente ya que son estas las que suelen ser las piezas con las que más se mercadea y las que presentan mayor dificultad a la hora de reconocer problemas. También son los que peor salen de ellos ya que la mayor parte de las veces el daño si es severo la pieza es irrecuperable.
Esperamos que pueda ser de utilidad lo que hemos contado para evitar malos ratos a quienes algunas veces apasionadamente pretenden adquirir su pieza tan deseada con gran esfuerzo .