Cuando hablamos de Shinji Suzuki hablamos de uno de los mejores maestros de bonsái reconocidos del mundo, su sensibilidad y perfeccionismo extremos le han convertido en una autentica leyenda del bonsái en vida.
Su forma de hacer las cosas no se refleja únicamente en sus bonsái, también en su jardín se aprecia una estética cuidada al más mínimo detalle, perfeccionismo y pulcritud hasta rayar lo maniático.
Su jardín es posiblemente el máximo exponente de la elegancia y el buen gusto que podremos encontrar por todo el mundo.
No es un vivero al uso, es un catalogo de ejemplares extraordinarios cuidados a la perfección y expuestos en un enclave excepcional. Un regalo para la vista y una ruina para el bolsillo.
Piezas de gran vejez y madurez salpican todo el jardín.
Es un jardín grande, donde se da mucha importancia a los espacios vacíos y minimalistas.
Todos los rincones emanan simplicidad y elegancia.
Cada ejemplar esta cuidadosamente expuesto con espacio suficiente para disfrutar de su contemplación sin estrecheces y con un fondo adecuado.
Un montón de metros cuadrados para exponer una piedra bellamente decorada.
Limpieza y orden sin concesiones, se cuidan los detalles.
Una pícea de las varias que posee de gran calidad.
Hay varios rincones creados solo para recrear la vista en su contemplación . Transmiten una gran sensación de paz y silencio.
La fuente de agua es un elemento realmente único, diferente a todo lo visto pero de gran belleza.
Otra vista de la fuente.... el sonido del agua es hipnotizante.
Otra fuente con su toque personal.
Madera y piedra son los únicos elementos constructivos, un conjunto muy armoniosos y elegante.
Este pino es algo realmente destacable, no es un ejemplar increíble, pero la elegancia de su diseño hace que su contemplación sea obligada. En este tipo de trabajos es donde se distingue a los Maestros de los Grande Maestros.
Como el caso del pino anterior aquí vemos un junípero ¨sencillo¨pero muy vello.
Graciñas!!! É alucinante
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