¿Mito o realidad ?EL EFECTO LUPA

Un mito habitual en bonsái es aquel que dice que los arboles no pueden regarse al medio día o a pleno sol en general. ¿El motivo? El famoso efecto lupa

Nada más lejos de la realidad , primero, una gota de agua no es una lupa, pero aunque lo fuera, si pegas la lupa a una hoja a pleno sol tampoco se quema, se necesita una distancia focal para concentrar la luz en un punto. Si hubiera radiación suficiente para quemar una hoja a través de una gota de agua tendríamos un problema mucho mas serio que el de la gota. 

El remojado de hojas no solo no es malo, sino que es beneficioso. Refresca y rehidrata la hoja y ademas tiene un afecto acaricida, en estadios de humedad frecuente o alta la araña roja encuentra dificultad para prosperar y llega a desaparecer. ¿Y los hongos? podrían aparecer si la planta esta a la sombra , a pleno sol el remojado apenas tiene relevancia para provocar su aparición. 

¿La prueba empírica? marca con un rotulador un punto sobre una hoja de un caduco, pon una gota de agua sobre el y espera hasta que se evapore, repite el proceso tantas veces como tiempo tengas libre y comprueba el resultado.

Este año ha sido de los más calurosos que se recuerdan , estos arboles, como el resto han recibido riego a mediodía diariamente en los meses de más calor , y remojado de hojas. 

Las hojas están en perfecto estado.

Si las hojas de tus arboles se queman en verano busca la causa en otro lugar, especialmente en el sustrato o las raíces, el problema estará en otra parte.La falta de riego también puede ser una de las causa por falta de reposición del equilibrio hídrico.

Algunas especies se queman por una exposición excesiva al sol, pero el agua no es la causa.  Suelen ser especies extremadamente sensibles al calor, incluso al aire cálido  como los arces rojos y otras variedades de palmatum, entre otros. 

Entre los propios maestros japoneses existen divergencias respecto a si remojar o no las hojas en los caducos, no por el efecto lupa sino por el tiempo que permanecen abiertos los estomas tras mojar las hojas (aunque no conocemos ningún ensayo serio que lo certifique). Pero con respectos a las coníferas no existe esa disparidad de criterio habitualmente.

Aquí veréis una secuencia el la que se ha depositado agua sobre una hoja de arce en un día de mucho calor, las fotos se realizaron secuencialmente hasta que el agua se evaporó totalmente. 

Comenzamos con una hoja tierna en perfecto estado..

Varios minutos más tarde queda menos agua. 

Aquí casi se ha secado, ni rastro de marcas. 

Totalmente seca, y sigue sin marcas. 

A lo largo de la semana siguiente se realiza una fotografía diaria para comprobar si aparecen daños. 

Como se puede ver ni se ha enterado, todo sigue perfectamente. 

La conveniencia o no de remojar las hojas ha de ser una opción de cada bonsaista en función de sus circunstancias de cultivo (el agua muy caliza seria un buen motivo para no remojar) y su propia experiencia, en cualquier caso no existen pruebas de que produzca daños y menos por el efecto lupa.