Otra de las facetas reconocidas del maestro es su sensibilidad para la creación de tokonomas y su creatividad para conjugar nuevos y elegantes elementos.
Como no podía ser menos en su casa hay un área de exposición dedicada al tokonoma donde el maestro según la época del año expone diferentes piezas.
El conjunto es austero, lo representativo del árbol, perfectamente acabado, son los frutos.
En este caso no hay planta de acompañamiento, unos par de ciervos de bronce hacen el papel e infunden una sensación de paisaje serena y tranquila.
La perfecta ramificación y los frutos en amarillo contrastan con la corteza verdosa y dan fuerza a la vez que serenidad a la planta.
El nebari no es perfecto, pero esto añade un plus de naturalidad a una pieza perfectamente ramificada, el color verde de la humedad en la corteza pone el punto de vejez.
El musgo cultivado esta cuidado con mimo.
De esto no vamos a opinar porque no tenemos ni idea, es toda una ciencia y su presentación es tan ceremoniosa como compleja. Se puede hacer un amplio tratado con las normas y protocolos que requiere presentar el kakemono. Algún día haremos un articulo al respecto, pero para ello habremos de contar con un experto, que los hay también en España, todo se andará.
Como referencia de la colocación de los diferente elementos tenéis unos interesantes artículos muy bien redactados y amenos en el blog de Alisios bonsái.
precioso, Un Tokonoma muy trabajado
ResponderEliminarun saludo
Hola Roberto, sin duda es de una gran belleza.
EliminarUn saludo
Que dificil es conseguir esto que parece tan fácil.
ResponderEliminarUn abrazo
Difícil es decir poco, comprenderlos y recrear lo que ellos hacen es toda una ciencia.
EliminarUn abrazo.
Gracias amigos por la cita que hacen de mi blog. Hasta ahora no había visto esta referencia.
ResponderEliminarUn saludo.