TIM IN JAPAN Kokufu, dia 4
SUZUKI
Aun nos quedaban cosas por ver , salimos fuera y pasamos a otro de los invernaderos.
Este invernadero tiene el plástico doble, es decir, menos frío. Aquí tiene ejemplares a los que dedica una protección extra por diferentes motivos.
Un gran ejemplar por su extraordinaria ramificación.
Aquí podéis apreciar la doble pared del invernadero.
Ya veis, mucho ejemplar pequeño, tamaño balcón.
Para que las mangueras no dañen las platas del suelo las esquinas están protegidas con estos rodillos .
Mires donde mires hay más y más, esto no tiene fin, da vértigo pensar que todo esto es de una sola persona.
Este invernadero incluye piezas que están para ser trabajadas.
Este pino nos llamó mucho la atencion , es primo de uno nuestro. Que ilusión nos ha echo.
El parecido es innegable.
Encontramos una amplísima colección de pinos de cinco agujas listos para ser trabajados, una colección de material formidable.
El invernadero es realmente grande grande y está a rebosar de ejemplares.
Poca broma nen...
¿ Y los juníperos que? pueeeeeessss, bien, muy bien él, tiene buen gusto este chico.
Y otro invernadero, este con material más.... verde, si se puede llamar así, ya quisiéramos nosotros tenerlo asi de verde.
Hemos intentado hacer unas fotos de las zonas de trabajo, por llamarlo de alguna manera, porque esta todo más ordenado limpio y mejor decorado que el piso de la mayoría de nosotros.
Atentos a la herramienta, cada puesto de trabajo tiene una banda magnética en la pared para tener la herramienta perfectamente colocada y a mano. Impresionante.
Esto aunque no lo parezca es la zona de trabajo.
Salimos fuera para volver a la recepción y podemos ver como esta el jardin que en primavera será llenado de ejemplares.
El espacio es amplio y las peanas están muy separadas entre si para una perfecta contemplación. Todo se cuida aquí .
Como bien es sabido a los japoneses les gusta que les agasajes con un detalle cuando les visitas, nosotros hicimos los deberes.
Sabemos por experiencia que les gusta el jamón de las veces que les hemos tenido en casa, así que nos arriesgamos a llevarles un poco, a riesgo de que si te lo pillan en el aeropuerto te lo quitan alli en Japón.
Ha sido un existo sobre todo si tenemos en cuenta que allí el jamon es más caro que el caviar irani.
Una anécdota, nada mas verlo la chica gritó ibericooooooooooo, sabia perfectamente lo que era y su cara de alegría nos dice que igual hemos acertado.
Y el próximo diaaaaaa.... veremos lo que se supone que ya no se ve en Japón.
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