TIM IN JAPAN Kokufu, día 3, 5ª parte. Green Club ,pasamos al interior.
Después de pasar un frío de pánico paseando por el exterior del recinto pasamos por fin a la zona noble. Aquí encontraremos lo mejor de lo mejor.
Los stands son una exposición de alto nivel por si mismos, algo que no podríamos imaginar si no lo vemos.
Nada más entrar sientes que aquello te supera. Que lo que has visto antes de eso y nada es lo mismo, que lo que creemos que es un bonsai puede no ser lo que realmente es.
Cuando ves lo que esta gente sabe hacer es cuando te das cuenta de que no sabemos de esto ni la misa la media. Que lo que se hace aquí, en nuestro país, pese a ir por buen camino, está a un distancia astronómica de lo que hacen ellos.
Hay algo que pese a todo nos cuesta comprender. Como gente que ha estado allí cree que sabe de esto y presume de ello viendo lo que luego hacen ellos mismos.
Se puede saber más o menos, eso no es malo, pero no ser consciente de donde estás te convierte en ignorante en el mejor de los casos, y en farsante en el peor. La auto critica es el primer paso para mejorar, y aquí es donde recibes una cura de humildad y te das cuenta de que falta mucho por andar.
Al menos esa fue nuestra impresión. Y para ello seguir trabajando y aprendiendo. No hay otro camino. Entre estas obras y estos ¨maestros¨,que estos si lo son, supimos que somos muy ignorantes todavía.
Y después de este ejercicio de filosofía volvamos con lo que estábamos.
Nada más enfilar los pasillos aparecen las grandes obras, a montones.
Estas son las típicas piezas que desearías llevarte para trabajar. Perfecto nebari, tronco sin grandes defectos y a buen precio. Pero estamos en Japón, no podemos llevarlo bajo el brazo. así que ahí se queda.
Otra joya para los que somos enamorados de los arces de tres puntas.
En Japón no hay yamadori ya, ¿o si? mmmm..... vaya vaya, la de cosas que descubrimos dando vueltas, pero ya hablaremos de eso.
Otro dato curioso, la lista de maestros europeos antiyamadori que han trabajado sobre piezas recuperadas en Japón, y fuera de él, es curiosamente amplia y creciente. Es gracioso como algunos tienen unos firmes principios... ¨a ratos si, a ratos no¨. Huy no, es que les han obligado, pobrecillos, lo que habrán sufrido.
Que barata es la hipocresía.
Los acabados de máxima calidad en pinos y juniperos son moneda común, en caducos se ven menos piezas acabadas pero las que hay son verdaderas joyas.
Y aquí el ejemplo de lo que decíamos anteriormente.
En piezas muy pequeñas también hay mucha mucha calidad.
Como en todo aquí también hay piezas que cuesta comprender, o bien por ignorancia o bien porque no son lo buenas que cabria esperar.
Trío mortal, las queremos todaaaassss.
Este ejemplar es enorme y con una ramificación tan fina que rara vez se ve en ejemplares de su especie.
Vamos por el tercer día de estancia, es mediodía y ya no podemos asimilar lo que estamos viendo. Curiosamente esto no es nada comparado con lo que nos espera. Habra cosas increíbles que descubriremos en posteriores artículos y grandes decepciones.
De momento es mediodía y toca salir a comer algo. No iremos lejos, iremos a un chiringuito que está mismo en la puerta, al puro fresco. Nada más salir vemos la sede de la asociación nipona de bonsai.
A alguien se le ha pegado un arce a las manos, si es que no se puede salir de casa.
El frio es más que evidente. Sopa calentita y fideos es lo primero para entrar en calor. Bueno, y porque no había otra cosa.
Pero lo mejor lo que nos tomamos con el café, y no es leche.
Huuuyyyyy , a ver si va a tener alcohol, y ademas viene caliente.
Después de esta comilona volvemos dentro, nos quedan algunas joyas por ver, y más cosas que no son bonsai, pero hoy no, mañaaaaaanaaaa.
Que sepáis que ya tenemos mirado el AVION!!!!
ResponderEliminarNosotros también estamos pensando en comprarnos uno pero no nos ponemos de acuerdo en el color 😉🙆
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