TIM IN JAPAN Kokufu, día 3, 7ª parte. Green Club VII la herramienta

TIM IN JAPAN Kokufu, día 3, 7ª parte.  Green Club ,herramienta y macetas.

Con este articulo terminamos el primer día en el Green Club y tercer día de viaje. 

Ha sido un día de esos que no olvidas nunca. Las imágenes se agolpan en tu cabeza, y solo piensas en volver para ver que te llevas, no sabes ni por donde empezar, el presupuesto es el limite. 

Vamos con la recta final de ese dia.

Abonos, herramientas, macetas... hay de toooooo.

¿Que no te llevarias?

Stande de Masakuni

Quedaos con la imagen de esa maceta, para los que entiendan seguramente sobra decirles que no es normal. Nosotros no tenemos ni idea de macetas, así que .... luego hablaremos de ella. 

Por la tarde en una de las bajadas al exterior nos encontramos con otra nutrida excursión de Barcelona, Bonsai Zen y amigos. Anda que no hemos ido lejos a conocernos. 

Volvemos dentro a a continuar.

Una cosa realmente atractiva hasta para los que no entendemos es la patina de macetas y mesas, algo que no tenemos claro si es símbolo de edad o de maestría en la fabricación. Aquí vemos mesa y maceta juntos con esa cualidad. 

El numero de publicaciones es enorme, desde revistas a libros , monográficos de especies o técnicas, catálogos de exposiciones, recopilaciones de obras maestras. Nos hemos traído un buen lote, pero cuidado, pesan mucho y eso para el equipaje es un pequeño problema. 

Macetas a granel, al peso . Lo nunca visto. 

Ooooooohhhh Diooooossss, hemos salido fuera a una de las galerías a ver algo por enésima vez, la zona de la herramienta electricaaaaaaa

¿Habra la fresa o gubia que necesitas? 

Había la opción de probar la herramienta directamente sobre la madera. 

Tijeras, ¿estará la que necesitas?

Regaderas....

Esta de Kyozen se vino para casa, es una maravilla. Una lluvia superfina que no desplaza la tierra de la maceta, y con mango curvo para regar las macetas por detrás con facilidad, no es barata, pero después de usarla todo este tiempo no la cambiaríamos por otra. 

Y claro... pasó lo que tenia que pasar. A probar las maquinas. Y ahí es donde la hemos cagado, porque no tienen nada que ver con lo que vemos aquí. 

Y esta de la caja azul se vino con nosotros, es a la vez gubia eléctrica, dremel y makita. Un motor potente de velocidad variable, un extensible y dos cabezales de acople rápido para usar como gubia o para giro con fresas o cepillos. Todo de máxima calidad y superpractico.  Todos los accesorios y el extensible entran en la propia caja, un lujo. 

Solo un detalle, va a 100V , como todo allí. Pero al llegar se arregla con un transformador miniaturizado que entra dentro de la propia caja. Sin problema. 

También se vende online en www.automach.com , la gama de gubias y fresas es infinita. 

Volvemos dentro después de gastarnos unas perrillas y seguimos con la ronda. El día va terminando y hay que apurarlo. 

Tampoco faltan los Suiseki

Esta tijera llevaba nuestro nombre puesto,  nos llamó a gritos un par de horas y como nos dio pena nos llevamos.... todas las que había y unas cuantas más que dejamos encargadas. Ya la conociamos, aunque esta es la version evolution para afilar cerrada, su corte es increible, precision, potencia, es muy solida y corta ramas , hojas y ... alambra, hasta cobre de 2,5 o 3mm sin problema y sin mellarse lo más minimo. Una tijera para todo.  Ahora ya hay que volver a por ellas y de paso....

Y volvemos a la maceta. 6.000 eurazos. Como para meterle una planta dentro. Y Dani la coge en la mano y se pone a mirarla por todas partes como si fuera de 20 euros, si se le cae al suelo le cuesta 20 años de cárcel. Y la dueña del stand ni se inmuta, o al menos no lo parecía. 

Y por fin se termina el dia. Es hora de irse y no somos los únicos que hemos apurado el día. Las bolsas se amontonan y las carteras se vacían, pero que nos quiten lo bailao. 

Las caras de felicidad lo dicen todo. 

De vuelta al hotel pasamos por delante de una tienda de  .... cosas de esas que tocan los japoneses, una guitarra de una cuerda sola. Solo hay eso en la tienda, me da que no debe ser barato.

Y llega la hora de cenar. Llevamos una buena panzada de pasta y sopas ya a bordo así que vamos a darnos un homenaje y vamos a por carne. Y que menos que una ternerita de Cobe. 

Esta es la susodicha carne, o del estilo porque no se entiende muy bien lo que pone.

Se cocina directamente en una parrilla en la mesa. 

Las raciones son para gatos, mínimas. Después de repetirle unas 15 veces que queríamos tres raciones por cabeza en castellano, ingles, japones y búlgaro llegaron a la conclusión de que era en serio. 

Creo que fuimos la atracción de la noche. 

Pues bien, la famosa ternera en un manjar que bien pueden quedárselo, con nosotros no va a peligrar su stock. No es que sea ternera tierna, es que solo tiene grasa. Es como el buen jamón de pata negra que tiene sus vetas de grasa, pero en la ternera no mola. Se respeta a quien le guste pero donde esté una buena ternera gallega que se queden con la suya, que no pasa naaaaa. 

Y ala, despues de 200 gramos de ternera y 600 de tocino de vaca nos vamos a dormir que mañana hay más emociones a la vista. 

Hace un frío del carajo

Las calles son una pasada. Luces y luminosos imprimen ese carácter que solo tiene Japón, aunque puede que lo de las letras raras también influya. 

Bueno , a lo mejor unas cervecitas antes no vienen mal. 

Un dato curioso que demuestra que somos unos perfectos paletos en lo que a cultura japonesa se refiere. 

Llegas al sitio este y te sientas, en el suelo, como ellos, y dices, joder joder mira que es incomodo esto de estar sentado con las piernas debajo del culo mientras cenas o te tomas algo. Coño, es que se te duermen las piernas, que pongan sillas hombre. Pues bien, después de un cuarto de hora vas y descubres que tiene truco la cosa, que no están tan en forma, que la mesa tiene un foso debajooooo, y metes las piernas y estas perfectamente sentado, en el suelo eso si, pero tan a gustito. Mira que somos ignorantes. 

Camino del hotel repetimos lo que ya sera un ritual diario. Pasamos por la tienda 24h y pillamos el dulce, recordar que no hay postres en los restaurantes. 

Esto nos suena, pero estamos aquí  para arriesgar, así que vamos a por algo que no sepamos que lleva dentro. 

Finalmente cae un helado, que como hace poco frío. 

Y a la cama, que mañana vamos a ver...... algo.