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martes, 9 de diciembre de 2014

ATPC cicatrices y líos por el estilo



Dentro de lo que es el mantenimiento constante de nuestros bonsai la poda es una labor que se da frecuente y continuadamente. La poda de mantenimiento no reviste demasiados misterios y que se podan ramas delgadas , pero la poda de formación si que entraña alguna que otra dificultad. 

A lo largo de estos años hemos leído mucho al respecto y recabado información de diferentes profesionales, el resultado ha sido variopinto , hay opiniones para todos los gustos y ello nos ha llevado a experimentar las diferentes formulas.

Lo que vamos a contar en este post es el resultado de nuestra experiencia  pero no implica que sea la mejor ni la única forma, simplemente nos han funcionado bien algunos métodos y mal otros.







Una de las formulas que mas nos llamó la atención en su día fue la llamada ¨naturista¨, según la cual no se cortan las ramas al ras como tradicionalmente, se dejan tocones que se pudrirán de forma natural (foto superior) , hasta caer y cicatrizar por si mismos.


Otra formula incluida en este estilo es desgarrar ¨a favor de beta¨ la rama para simular un desgarro natural que se supone tendrá un aspecto menos artificial que el corte ceñido tradicional.


Probamos estos métodos y hemos de decir que fueron un completo fracaso, las cuatro imágenes inferiores dan fe del mal resultado que se produjo con los años, implicaron podredumbre de las maderas, retiradas de sabia, abultamientos varios y rara vez el acabado es natural, salvo que se entienda por natural deteriorado. 

La idea ya nos parecía poco razonada, más teniendo en cuenta que ningún maestro oriental había oído hablar de ella, pero pensamos que lo mismo alguien había descubierto la piedra filosofal, pues no, sonaba a tontería y lo era. 
Eso si, ante la duda lo probamos para desgracia de varios arboles.  










Al no cicatrizar bien y rápido las maderas se deterioraron irremediablemente. El resultado al sanearlas fue un agujero que había desgraciado completamente el tronco de estos y otros arboles. 






Esta imagen (arriba) expone dos cortes realizados por diferentes métodos sobre el tronco de unos arces, a la izquierda del tronco la rama desgarrada por el método naturista terminó en retirada de sabia y perdida de la madera que ha habido que vaciar para sanear, posteriormente este daño fue reparado, pero eso es para otro articulo. A la derecha del mismo tronco un corte clásico  como se puede apreciar sin consecuencias y a punto de mimetizarse en el tronco. Esto en un árbol como el arce beurgerianum que cicatriza con facilidad, en otras especies el resultado fue peor todavía, como el caso de abajo en un prunus mahaleb.   







Ahora veremos imágenes de diferentes casos en el que la poda se ha realizado de la forma ¨tradicional¨.

















Estos son los resultados que se suelen obtener con este tipo de poda. Son muy aceptables incluso en heridas de gran tamaño (foto inferior) , este herida tenia un diámetro de 15cm y está a dos años de cerrarse totalmente , estos casos especiales requieren un cultivo enfocado a cerrar estas herida. 





 El resultado es optimo también en coníferas. 







Como bien sabéis todos el método clásico incluye una poda ajustada






Un corte limpio bien ceñido al tronco






Y posterior repaso con una cuchilla bien afilada para retirar la parte del cambium aplastada por la podadora.







Posteriormente se aplica pasta cicatrizante y listo. 








Nosotros hemos obtenido mejores resultados con esta pasta que con la de plastilina. Preserva la madera durante mucho más tiempo durante la cicatrización. 



Pero como somos culos inquietos probamos más cosas, nos hablaron de otro método algo más laborioso, pero que parece ser ofrecía buenos resultados.
Fuimos escépticos ya que no ¨aparentaba¨ aportar gran cosa, pero probamos.


A saber la cosa comienza como siempre, corte poda y saneado.







Pero para la ocasión necesitamos un extra. 







Y cinta para injertos. 

Tras sanear bien el corte con la pasta se ha de ¨ vendar ¨la herida literalmente , sin pasta selladora.

La cinta se ajusta con fuerza, y al ser elástica nos asaltaban dudas sobre su eficacia. 








Ahora restaba esperar al resultado, unos meses mas tarde se retiraba la cinta con expectación  ¿ habría funcionado? ¿seria otro camelo?


El resultado fue increíble  tal como nos habían comentado la herida se cierra ¨sobre si misma¨ no engordando lateralmente y no se produce ningún tipo de abultamiento. El resultado es ¨perfecto¨. 










Por causalidad y sin pretenderlo en esta foto se ve de refilon la cicatriz de otra rama que pese a ser podada igual no obtuvieron resultados iguales, la de la izquierda no tenia cinta, solo pasta selladora. 







No hay abultamiento perimetral, se cierra hacia adentro. 








Observemos las diferencias de resultado entre el sistema clásico(imagen de abajo) , el naturista (bajo estas lineas) y el método con cinta (imagen superior), los tres sobre la misma especie y en situación y tamaño similar.



                                                                     


 Como se puede apreciar las diferencias son muy notables, el tercer método naturista que comentamos inicialmente fue un completo fiasco, y el sistema de ¨bragueta¨se ha demostrado claramente mas eficiente, no descartamos a su vez que habrá más formas de conseguir un buen resultado. No dudando de que la naturaleza hace bien su trabajo creemos que un poco de ayuda por nuestra parte puede darnos un resultado más estético que la naturaleza no contempla.




















domingo, 31 de agosto de 2014

ATPC 3 O las historias del comprar (reposición)








 El origen de este ATPC está en un resquemor que me sale desde lo más hondo de mi interior cuando por Internet veo venta de material para Bonsái/ bonsáis  ¿acabados? con unas fotos y comentarios para favorecer la venta que "Cojon . . ." tienen.

La compra de material apto para bonsai a veces se convierte en un agujero negro con resultados no siempre agradables.









Hemos estado pensando mucho si hacer o no este ATPC porque,  la única forma de hacerlo es poniendo textos y fotos con lo que indirectamente estaría poniendo nombres, pero finalmente lo haremos con imágenes propias.

También, en muchos casos, la culpa no es del que vende, si no del que compra

En otros muchos, la ignorancia lleva a ofertar ciertas "cosas" (dejémoslo en "cosas") por lo que en estos casos seria bueno para cambiar algunos hábitos.

Otros, si que lo hacen a mala fe por lo que para ellos bien venido sea este ATPC.

Si quisiera hacer una guía,  correcta y bien detallada, para la compra de yamadori y bonsái en general, me iría a la que ha realizado David Benavente y que tiene colgada en su web www.davidbenavente.com



Guía para la compra de yamadori y árboles en general
Comprar un bonsái puede resultar complicado si uno pretende sacar el máximo rendimiento a su inversión. Siempre surge la duda de si el árbol que nos están ofreciendo vale lo que nos están pidiendo.
En el caso de los árboles para trabajar la cosa se complica aun más, pues entran en juego factores decisivos, como el tamaño del cepellón, el vigor del árbol y por supuesto las posibilidades que tiene ese árbol en concreto de convertirse en un buen bonsái.
Voy a tratar de explicar que es, a mi criterio, lo que hay que exigir a un prebonsái (yamadori o no) y que es lo que se valora.
Ahí van unos consejos:
No pagues futuro a precio de presente
Esto quiere decir que no tenemos que pagar por lo que el árbol puede llegar a ser, sino por lo que es en ese momento. Por poner un ejemplo, no se paga un diamante en bruto al mismo precio que uno tallado y engarzado en un anillo creado por un diseñador de renombre.
Efectivamente, si el árbol tiene mucho potencial va a ser más caro que uno que tiene menos, es obvio, pero nunca hasta el punto de que nos lo cobren al precio que el árbol va a tener después de trasplantarlo a la maceta definitiva, modelarlo y cultivarlo durante cuatro años.
Es muy frecuente, estando ante un yamadori plantado en un cajón enorme, que el vendedor nos diga aquello de: "en el momento que lo trasplantes a maceta y lo modeles un poco va a ser la… (Muy bueno)" Y vale, estamos de acuerdo, pero ese primer trasplante a maceta de bonsái tiene mucho riesgo (especialmente en coníferas) y además nos imposibilita modelar el árbol hasta por lo menos un año, que es el tiempo mínimo que el pino (u otra conífera) puede necesitar para reponerse. Conclusión, ese tiempo que tenemos que invertir y ese riesgo a asumir, hay que valorarlo y no debemos ignorarlo a la hora de la compra.
Pero claro, esta la otra cara de la moneda. No nos debe extrañar que nos estén pidiendo más dinero por un yamadori que ya está en una maceta de bonsái de dimensiones adecuadas, establecido desde hace, al menos, una estación de crecimiento y con abundantes ramas con las que trabajar.
Si el vendedor asumió el riesgo e invirtió el tiempo por nosotros, para que disfrutemos de un material "listo para consumir", es lógico que ese "potensai" sea de un precio más elevado que otro que está totalmente en bruto.
No menosprecies el riesgo que supone comprar una planta débil o enferma
Esta es otra de las típicas cosas que los aficionados no tienen en cuenta. Puede pasar que nos ofrezcan un árbol que nos gusta mucho y de verdad que nos encantaría trabajarlo para ver lo precioso que queda después de nuestro arranque de creatividad y virtuosismo en el alambrado, torsión de ramas, trasplantado y que se yo cuantas cosas más. Pero ¡vaya! está un poco amarillo o las yemas son minúsculas o la brotación de este año casi no se ve, en definitiva, que el árbol que ha captado nuestra atención está enfermo o está débil.
Lo sensato sería no comprar pues, dependiendo de los casos, nos estamos jugando el 100% de la inversión.
Mi experiencia me dice que un aficionado que ha puesto los ojos en un árbol no es capaz de resistirse a la tentación de modelarlo por muy débil que el árbol esté.
En otras palabras, no te montes la fantasía de que vas a dejar el árbol en reposo hasta que tenga la salud de un toro y sólo entonces lo vas a modelar. Prácticamente nadie es capaz de soportar tan larga espera con la tentación viviendo en su propia casa. Además, ese tiempo de espera vale dinero y el riesgo que corres al adquirir una planta en malas condiciones también
Insisto, no compres una planta en malas condiciones pero, si lo haces, que el precio sea tan bueno que justifique el riesgo.
Bienaventurados aquellos que encontraron un proveedor de confianza
Por favor que nadie se ofenda. Lo que quiero decir con esto es que es bueno tener un proveedor habitual, que a lo largo de los años nos haya demostrado ser digno de nuestra confianza.
Conozco un caso de alguien que vendió un tejo plantado en un macetón, que en su interior ocultaba una tremenda sorpresa, el tronco había sido cortado justo por encima de las raíces y por lo tanto era un árbol sin raíces.
Por supuesto el árbol murió en casa del cliente pero, imaginad su sorpresa cuando lo sacó del macetón para averiguar que había pasado y vio que se trataba de un esqueje gigante cobrado a precio de ejemplar. Afortunadamente esto fue un caso aislado y no hace falta que advierta sobre ello
Un buen proveedor es aquel que no sólo nos suministra árboles bien cultivados, sino que además conoce nuestro nivel técnico y artístico, conoce nuestras habilidades en el cultivo (o falta de ellas) y puede asesorarnos en la elección del material que más se adecua a nuestro perfil. Si además de eso necesitamos que nos ayude con el diseño y este es capaz de darnos ideas de buen nivel para el modelado del futuro bonsái, entonces estamos ante el proveedor ideal.
Un árbol no tiene que ser más caro por el hecho de ser recuperado (yamadori)
A veces se recuperan cosas que no deberían de haber sido recuperadas por su falta de interés para bonsái, pero en cambio, se piden cantidades injustificadas sólo por el hecho de que sean yamadori.
Por lo general los yamadori reúnen más cualidades que los que no lo son, pero claro, esto pasa cuando el recuperador es lo suficientemente sensato. La conclusión de esto es que la cantidad de dinero a pagar por un árbol es directamente proporcional a las buenas cualidades que el ejemplar reúna, independientemente de su origen.
¿Qué es lo que se valora en prebonsái?
Fase de cultivo
Cuantos más años de cultivo bien dirigido pasan por un árbol, más mejoran sus características y más caro es el árbol.
Fase de educación del cepellón
Este es uno de los puntos clave. No es lo mismo comprar un pino en un gran cajón, que comprarlo en una maceta de bonsái de las proporciones adecuadas para el árbol. Ese paso del cajón a la maceta definitiva supone, en muchos casos, largos años de cultivo y muchos riesgos asumidos por parte del cultivador. Eso también tiene un precio.
Si vas a comprar un yamadori y ves que la base del tronco está justo al borde de la maceta o cajón que lo contiene, piensa que no es por capricho del recuperador, sino porque el árbol tiene todas las raíces a un lado y además es muy probable que exista una gran raíz que vaya desde el tronco hasta el lado opuesto del cajón. Pasar ese árbol a la maceta definitiva te llevará, posiblemente, un mínimo de dos trasplantes (4-5 años).
Y seamos justos, si el yamadori que vas a comprar está en la maceta definitiva, quiere decir que al cultivador le costó 4-5 años (en la mayoría de los casos) ponerlo ahí y todo ese trabajo hay que pagarlo.
Las texturas de la corteza y la madera
Los hay que parece que valoran los bonsáis al peso, fijándose únicamente en que el árbol sea gordo y grande.
En cambio, los aficionados con buena formación son capaces de disfrutar con aspectos tal vez menos evidentes, pero que son uno de los ingredientes que hacen que un árbol tenga ese algo especial que lo diferencia de los demás.
Cuando uno es capaz de apreciar las texturas que denotan edad en un árbol es señal inequívoca de que ha dado otro paso en su formación como bonsaista.
El precio de un árbol puede dispararse sólo por el hecho de tener unas cortezas de mucha calidad (ver. BA 106 Pág. 30) o bien por que las maderas muertas que pudiera tener estén ajadas y con esa textura que sólo la madera centenaria puede tener. En las texturas se ve la edad y en Japón esta particularidad se tiene como uno de los grandes elementos diferenciadores.


Pero . . . . .como  EL TIM precisamente políticamente correcto no es, vamos a ir un poco más allá...

Estamos cansados de ver material recién recogido y vendido como establecido. Tiene en muchos casos la Pomice tan tan blanca que parece que la han lavado con lejía. No se tiene ni la picaresca de poner algo de pomice vieja o alguna hierba mala por aquello de aparentar.

Arboles en teoría en tierra de bonsái que luego tienen todo el interior con tierra de monte. Y luego no tiraban y no se sabía porqué

Caducas desmochadas, con brotaciones que en la vida darán un material decente. Heridas de poda salvaje que luego se venden como que así la pieza es más "natural" o bobadas parecidas.

Sabinas con una madera seca que tiene su origen en retiradas de savia, venas por la parte de atrás, raíces que imposibilitan su paso a maceta de bonsái hasta al menos 6 - 8 años  y sabiendo lo que se hace.

Tejos que no valen ni para tomar por . . . que por ser tejos se venden como joyas cuando su conversión en bonsái es larga y complicadísima.

Acebuches sin el más mínimo trabajo, sólo el tocón porque rebrotan rápido (depende donde ). Lo que no se dice es que no se sabe por donde. Luego justo donde se quería la rama va a ser que ahí no sale el brote, que casualidad. Eso si, te dicen que siempre se puede injertar, como si fuera un copiar/pegar.

Pinos con brotaciones a tomar por cu . . que para retraer la brotación es una eternidad

 . . . . . . . . . .
Y  aún así, si fuera material barato, de tercera para practicar . . . . .si es barato
 Para casos así puede ser mas lógico usar  material de vivero, o mejor aun , prebonsai de cultivo,que eso si que tiene mérito y el valor del trabajo.

Si está débil ¿para que lo vendes? ¿para hacer caja y dejar sitio a otros?

Por desgracia, me parece que, en el precio del material, aún cotiza en exceso la ilusión del aficionado y no sólo la codicia, que tambien. (Y no sólo en este apartado. Podríamos hablar de talleres, demostraciones,  . . . . pero eso por ahora no toca).

Hay mucha gente seria. La gran mayoría seguramente, y son conocidos. Conocemos a muchos y los tenemos entre nuestros amigos del bonsái y, tenemos muuuuucho respeto por ellos,  pero . . .  hay algunos elementos que si los pones delante de un aficionado veterano se le ponen  los pelos de punta; y ahí siguen a lo suyo. piticlín, piticlín.

Rompiendo ilusiones de muchos aficionados que no avanzan porque el material no se lo permite y fundiendoles los ahorros que con tanta ilusión invierten en su arbolito. 


Solo un apunte, el potencial no se paga como trabajo realizado, el trabajo vale dinero porque necesita tiempo , trabajo y conocimientos. 


Esto tiene un precio






y esto otro bien distinto
















Esto no vale casi nada, lo poco que tiene no vale gran cosa sin un produndo remodelado y partiendo casi de cero, es decir, compramos un tronco, no un bonsai.














Aquí valdría un poco mas











Y aquí vale 5 años más 




















esto tiene un precio....regular










esto otro











y esto otro bien distinto














Esto vale lo que una planta ...decente











Esto lo que un bonsai
















Esto vale ..... 













y esto algo mas

















Esto vale mas bien poco, no es potencial, es un palo. 











Esto vale bastante más,es el mismo arbol, pero no aparece solo ni del viernes al lunes. 
















Esto tiene valor relativo....y riesgo, el riesgo no se paga, el riesgo resta. 













Aquí ya no hay riesgo, es otra cosa.





                                      





Un camion de ladrillos es una casa en potencia, pero la casa necesita ademas de los ladrillos mano de obra cualificada o en su defecto mucho trabajo y tiempo, y eso vale dinero que se paga en su debido momento, no va en el precio del ladrillo. 


También hay que decir que hay arboles que una vez trabajados, por según quien ,valen menos que antes de ser trabajados, eso también ha de tenerse en consideración, porque en algunos casos, y todos conocemos muchos, el árbol ni siquiera esta vivo tras el trabajo. De eso también hablaremos en su momento. 




Dicho esto y, dado que EL Tim para lo bueno y lo malo es EL TIM


Próximamente:

Guía práctica para la compra de material.