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martes, 13 de diciembre de 2011

TOP SECRET 3


El doblado de ramas I





En esta ocasión vamos a hablar del doblado de ramas partiendo de nuestra experiencia personal en este campo. Más adelante también hablaremos del doblado de troncos, que es otra cosa distinta. 

A la hora de doblar ramas hemos de tener en cuenta varios factores:

La especie
El calibre
Edad 
Obligaciones


Analicemos cada punto y como influyen.

La especie, es un factor básico, cada especie tiene una tolerancia diferente a las torsiones , no solamente por que se pueda doblar mas o menos , sino también por su capacidad de soportar estos trabajos. 
Como norma general los arboles que en la naturaleza poseen maderas muertas tienen facilidad para ¨recoducir¨ la savia en casos de desgarros o roturas , tejos y sabinas son un claro exponente. Las variedades con maderas duras o muy rígidas son el extremo opuesto, ahí tenemos los boj y las azaleas.   

El calibre, esta parte es fácil de comprender, a mayor calibre mayor dificultad y técnica diferente. 

Edad, aquí encontramos dos variantes a tener en cuenta. A mayor edad se pueden dar dos casos, o bien que tenemos mayor calibre o bien que tenemos crecimientos muy compactos de los anillos haciendo la rama más rígida  Es esta última las más complicada de trabajar y la que va a requerir mayor cuidado. 

Obligaciones, esta es la parte que va a requerir todas nuestras dotes de observación y la que distingue a quien sabe lo que hace de quien no. Cada caso tendrá peculiaridades que no podremos esquivar , que condicionaran el trabajo y harán que tengamos que llevarlo a cabo de forma personalizada, por eso no vale tener una técnica universal. Las obligaciones más habituales son codos, nudos, maderas muertas, giro de la rama sobre su eje, bifurcaciones, cortezas (caso de los pinos), abultamientos, estación,  ...
Cada una de estas obligaciones nos harán ajustar el trabajo a la rama, no podemos ir a contracodo, un nudo sera un punto de rotura casi seguro, las maderas muertas restan flexibilidad, si una rama gira sobre si misma no podemos pretender ¨desenrollarla¨ya que la corteza con toda probabilidad se desprenda si se fuerza en exceso, las bifurcaciones son puntos débiles, los abultamientos desplazarán la tensión en otro punto de la rama , si hay una corteza vieja no podemos destrozarla......
He dejado apropósito la más importante para el final, el vigor, sin esto no hay nada que hacer, si no tiene vigor para superar el trabajo como si no hubiera ocurrido , mal asunto. Ojo, no se trata de que se recupere, se trata de que no se entere, si se debilita tras el trabajo es que lo hemos echo mal.  

Es por todo esto que antes de liarnos a enrafiar una rama hay que sobarla, leerla, verla y tantearla para poder saber que podremos hacer con ella sin cargarnosla. 
Todos hemos visto torsiones impresionantes en demos y talleres que han sido un show fantástico, un trabajo espectacular de modelado con arboles que parecían no tener solución, un despliegue de imaginación y creatividad que han dado como resultado un bonsái cojonudo que podía parecer imposible, la leche vamos. Luego el árbol se ha muerto, pero por lo demás, bien. 

Con la técnica, paciencia y serenidad suficientes se puede hacer ¨casi¨ cualquier cosa. 
Para doblar ramas y troncos hacen falta dos cosas, perder el miedo y prudencia. Con el tiempo ambas cosas se verán sustituidas por la la experiencia. 

En la segunda parte vamos con los casos prácticos, iremos pasando a través de varios post por casos diferentes que podemos encontrarnos y como solucionarlos.