Doblado de ramas III
En este post en dos partes vamos con algo un poco más complicado, veremos dos ejemplos muy diferentes de ramas muy gruesas, en este caso de pino. Cada caso con sus peculiaridades.
CASO 1
RAMA GRUESA Y LARGA
Este ejemplo documenta una rama larga en el que la tensión se reparte por una zona amplia de la rama y en la que se pretende bajarla sin formar un antiestético ¨codo¨ que algunas veces vemos en algunos trabajos, no siempre se puede evitar pero en muchos casos si , la técnica reside básicamente en ¨enroscar¨ la rama como si de un sacacorchos se tratara. Para ello durante el proceso de bajada la rama ha de describir un arco amplio a la vez que se retuerce, si la bajamos recta hacia abajo el codo se forma inevitablemente. A veces el camino más corto no es la linea recta.
Esta rama crece hacia atrás y necesitamos que baje con fuerza ademas de dirigirse hacia el frente. La rama es vieja y la corteza muy buena. Va a ser inevitable perder alguna en el proceso pero trabajaremos con cuidado para que se estropee la menos posible.
En este caso pondremos rafia a lo largo de la rama, esto tiene dos funciones, una es preservar la corteza al enrafiar, la otra es evitar que las dobleces se concentren en un único punto repartiendo la tensión en la medida de lo posible. también tiene otra función, fijaos que en los extremos la rafia rodea el tronco y rama con los que se una la zona a doblar. Esto también tiene dos finalidades, una es evitar que la rafia resbale y se desplace siendo menos eficaz, la otra es evitar que estas zonas al doblar sean puntos débiles. Las uniones de las ramas son zonas de fractura a las cuales suele dirigirse la tensión del doblado y suelen romper antes que la propia rama. La rafia hace el recorrido de ida y vuelta pasando por la otra. Así no nos quedaremos con la rama en la mano por el trabajo que vamos a hacer. Tengamos en cuenta que vamos a bajarla acercándola al tronco y luego la giraremos hacia el exterior de la copa, así que toda la tensión tenderá a concentrarse en la bifurcación de la que parte , por eso esta sera la función de esa rafia, que no se abra por ese punto. Cubrimos la rama por los cuatro costados ya que según vaya girando las zonas afectadas irán variando y así tendremos mayor cobertura.
Como el tramo es largo sera suficiente con enrafiar por encima del modo habitual, con fuerza, dejándola muy apretada.
Otro punto importante es sujetar bien todo el conjunto, tanto la maceta a la mesa, como el árbol a la maceta. Hay que evitar ¨trasplantar¨ por accidente. Ademas cuantas menos manos se pongan en la corteza mejor para la planta. A veces vemos gente agarrada un pino como el que sujeta el palo de una fregona, vamos que pasando de si la corteza se cae, como si saliera otra en dos tardes. Esto se ve en muchos talleres y demos y es una forma de perder lo mas valioso de un pino, su corteza. Tiene más valor un pino sencillo con buena corteza que uno bueno sin ella.
Hemos puesto dos alambre de aluminio de 6mm, suficiente, solo tienen como finalidad tener un punto de anclaje para los tensores y repartir el esfuerzo por la rama.
Para evitar también ese ¨sobe ¨excesivo y teniendo en cuenta que doblar ¨a mano¨una rama así seria complicado y daría poco control sobre ella, colocamos dos palancas. Esto nos dará manejo en todas direcciones y nos permite ejercer más fuerza. También evitamos ir a ¨tirones¨ cosa que hay que evitar para no generar sobreesfuerzo en la rama. La tensión a de ser suave y constante.
Comenzamos a doblar y vamos colocando los primeros tensores que irán sujetando lo que vayamos avanzando, hay que evitar los retrocesos. Pondremos tantos tensores como sea necesario, al final del trabajo seguramente sobraran algunos y podremos retirarlos.
La rama ya está abajo, para poder sujetarla no tenemos puntos de anclaje, así que pondremos unas barras para poder ir llevándola a su sitio.
Nuevamente con una palanca empujamos la rama para acercarla al tronco, despacio y escuchando la rama.
Una vez aproximada a su sitio creamos el inicio de una pequeña curvatura hacia afuera que más adelante pronunciaremos para darle movimiento . En esta ocasión ya no forzaremos más la situación, hasta aquí todo ha ido bien, no es necesario arriesgar más ya que no va a poder hacerse todo el trabajo de una sola vez. Así que le daremos su tiempo para descansar antes de volver sobre ella. Ante la duda siempre mejor hacer de menos.
La rama ha girado 45º hacia abajo pero sin formar un codo, sino que hemos ¨enroscado¨ la rama. Asi la bajada será más natural. Pero hay que tener cuidado ya este tipo de torsiones no ¨cantan ¨ tanto su momento critico como las que son ¨doblados¨, por eso es mejor llevarlo con calma.
Finalmente colocamos un tornillo en la parte trasera para sujetar la rama en su sitio, así podemos retirar las barras que hemos utilizado a lo largo del proceso. Hay que usar tornillos de calidad sobre todo si se usa un atornillador eléctrico, los baratos se rompen con frecuencia y son un coñazo para retirarlos luego.
Otro pequeño truco....... Normalmente siempre hay que ¨apurar¨ la rama un poco más de lo necesario aunque no luzca de la forma ideal , contando que al soltarla tendrá algo de retroceso en la posición. Ahora a esperar unos meses antes de darle otro apretón.
Otra hay que tener en cuenta y que casi nunca se tiene en consideración. Como este tipo de trabajos se hacen cuando se lleva a cabo un primer modelado del árbol se suele tener la tentación de dejarlo lo más acabado posible. Se limpian agujas , se seleccionan brotes, se alambra y se coloca. Pues bien, después de un trabajo como este, y teniendo en cuenta que la planta está a tope de fuerte, condición indispensable, en esta rama ha de procederse diferente de las demás. Quitaremos algunas agujas menos de lo que seria normal, no quitaremos los brotes fuertes, en condiciones normales al final de la rama hay dos brotes débiles y uno muy fuerte en el centro que seria el que eliminaríamos, pero en este caso quitaremos uno de las débiles. Esto hará que cuando brote tengamos cierto desequilibrio entre brotes, pero no hay problema, lo arreglaremos acortando el mayor en primavera cuando las agujas estén formadas. Se trata de no quitarle vigor a esta rama trabajada para que no se resienta. En caso de duda aun mejor ni tocarla, que tire y más adelante se hará lo que haga falta.
En el siguiente post vamos con el segundo ejemplo, que es totalmente diferente y para casos donde el esfuerzo sobre la rama es aun mayor.
Estupendamente explicado. Gracias.
ResponderEliminarSaludos, Loli
Impresionante, como siempre, ¿Cuál seria la forma correcta de poner la barras para los anclajes?, me imagino, que con una barra mal colocada, no conseguiremos el objetivo final, y si perjudicar mas que beneficiar, ¿No?
ResponderEliminarMil gracias por seguir con nosotros.
Que bien me viene esta serie, estoy a medio doblar el ápice de una sabina.
ResponderEliminarEsperamos que esta serie os sirva de referencia para vuestros trabajos.
ResponderEliminarNo os imagináis lo difícil que resulta tratar de explicarlo sin apenar material gráfico.
Aún nos quedan unos cuantos ejemplos más hasta finalizar la serie que esperamos os puedan servir tanto para lo bueno como para lo malo.
J.L. está claro que si el anclaje no es Excelente todo van a ser problemas. Buena idea nos has dado. En próximos posts, ampliaremos esta serie con un monográfico con diferentes anclajes
saludos y, como dicen por ahí . . . .
No se vayan todavía que aun hay más.
Gracias por vuestro esfuerzo en ser lo más explícitos posibles y resultarnos grandemente didácticos.
ResponderEliminarSe os sigue ávidos de conocimientos.
Saludos.