concurso E.T.B. => La solución 2

Continuamos 

pero hoy fijándonos en otra parte de la planta:

El tronco

En bonsái hay muuuchas clasificaciones por tamaños. No vamos a entrar ahora en ellas porque no es el caso.

Lo que si tenemos claro es que para El Tim el tamaño máximo debería estar en los 100cm (preferiblemente en torno los 90 cm) 

Todo lo que exceda de este tamaño supone un gran problema para poder exponer la pieza y estéticamente empieza a salirse de lo que es visualmente agradable e interpretamos como bonsái. 

Si tenemos en cuenta que las mesas de las exposiciones están a aprox. 70-80 cm de altura; a eso si le sumamos mesa/ laja sobre la que va la pieza + maceta + tamaño de la pieza, no va a haber panel de fondo ni espacio a lo ancho ni fondo de pasillo suficientes para poder apreciar la pieza. 

Es bonito tener alguna pieza de más de 100cm para adornar en el jardín y, aunque esta es una posibilidad que siempre tuvimos en cuenta con este pino, este no iba a ser el caso.

Partiendo de estas premisas, nos encontramos con que hay que reducir en un metro la longitud del tronco para hacer algo digno con el.

El calibre es enorme y doblar esto no es tarea fácil y ademas de técnicamente difícil supone un gran riesgo para la planta si queremos hacer algo atractivo. Madera seca por todos los lados. 2 venas más o menos diferenciadas que nos imposibilitan técnicas de cortar cuñas de madera  o hacer agujeros y juntar el tronco (Aunque poco solucionarían en este caso)

El jin es un punto de referencia a la hora de calcular el desarrollo de la copa. A partir de este punto el tronco se vuelve monótono en parte. (Salvo por la madera seca).

Esta madera es muy interesante pero no sabemos si podremos conservarla.  A la hora de trabajar una pieza no siempre es posible mantener todos los puntos de interés. Hay que ver los puntos buenos y malos de cada opción valorando de uno a diez cada uno y así poder determinar que solución planteada es la de mayor valor. (por supuesto, a la hora de valorar las diferentes opciones hay que ser lo más asépticos posible, razonar aquello que vamos a hacer).