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martes, 15 de julio de 2014

TIM IN JAPAN Kokufu, día 3,recordando 2



TIM IN JAPAN Kokufu, día 3.  Recordando 2


Pero no solo recordamos arboles, Japón da para más. 
Para mucho más. 



La retina del viajero que pasa por esas tierras se llena de imágenes que por ser tan particulares de su cultura quedan grabadas en nuestra memoria. 

Esta es una de ellas. Las tribus urbanas y el estilo Lolitas es especialmente llamativo. 



Un mini jardín a la entrada de un restaurante. Es algo frecuente ver este tipo de decoración. 






¨El friki de la bici¨ este era único, con luces, música.... y el tío encantado con su bici, eso si, el trabajo si bien es discutible por su estética no lo es por su acabado. Un trabajo impecable. 









Las calles llenas de rótulos electrónicos, las multitudes ausentes (cada cual a lo suyo) y la gente con mascarilla también son de impronta nipona. 
















El Manga.... que os voy a contar, es de aquí, y en sus diversas variantes se utiliza para todo. 
















UAUUUU... nuestro eterno Mazinger Z. Que recuerdos. 
















La caída de la tarde es la mejor hora para recorrer Tokio. Hay mucho ambiente y comienza a destacar la iluminación de los negocios. Se disfruta más que de noche donde la cantidad de luz artificial convierte todo en un inmenso decorado. 









































Esto no tenemos muy claro si era lo que parecía o parecía lo que no era. 






Esto si es lo que parece. Y son caros caros los muñequitos. No veáis lo difícil que es encontrar una muñeca que no sea muy....atrevida, para regalar a una cría de aquí. 









































Estos son los famosos platos falsos de los escaparates. Hiper reales. Un trabajo increíble, y son de plástico.

Están en el escaparate de la mayoría de restaurantes para que se vean los platos que dispensan.  












La otra locura de ir a Japón es que te guste la tecnología, entonces estas perdido. Lo hay todo, y más, lo hay bueno y es barato. Una locura. 





















Esto era....... una cosa muy rara. Unas colas de horas frete a unas maquinas expendedoras para conseguir unas bolas que en el interior tenían ¨una chapa¨ , y fea. Pero es que cada cual tiene su rollo.




























Las luces de la noche imprimen un eterno ambiente festivo a la ciudad. Es extrema y radical, intensa, es genial.





Y para rematar, pues.... es que las había por todas partes,  a montones. Pero es que la abres y no se ve naaaaaa, está to tapao. Que decepción. Si es que seria mejor tener solo el Penthouse que al menos puedes leer los artículos de análisis político, es un decir. 





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