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domingo, 10 de enero de 2016

OCTOPUS, el arte de lo improbable o la sabina que no quería ser bonsai. EL CAMBIO



Después de haber recuperado el vigor de la sabina tras el trasplante nos decidimos a meterle mano. Este es uno de los puntos más importantes que se deberán considerar siempre a la hora de hacer un trabajo fuerte sobre nuestra planta. A la hora de trabajar una planta recuperada los pasos a seguir deberían ser los siguientes. 

1. Asegurarse de que no tiene tierra de campo, esta aunque pueda no ser grave para el cultivo si puede comprometer la recuperación de la planta tras un trabajo fuerte.
2. Al trasplantarlo a un buen sustrato fotografía las raíces para recordar si hay algún elemento que pueda dificultar un angulo de plantado muy diferente el día que se modele.  
3. Usa un sustrato que asegure un crecimiento vigoroso, para ello un grano mayor al habitual favorecerá un mayor desarrollo .
4. Esperar a que la planta tenga vigor suficiente para el trabajo al que se va a someter. Para ello tendremos un cultivo eficaz de al menos 2 años. 







Y comienza el estudio de nuestro ejemplar. 


Las raíces sabemos que no van a ser un problema para modificar el angulo de plantado. 



Optamos por un angulo de plantado extremadamente diferente , muy inclinado que haga que el tronco más potente domine el conjunto. Las fotografías son muy malas pero en esa época no dedicábamos mucho tiempo a esos detalles.  




El tronco principal queda erguido , eso resuelve un problema pero genera uno nuevo, el otro tronco cae en picado hacia el suelo. 


El árbol es bastante grueso y eso supone un problema a la hora de mover cada tronco a un lugar diferente al que posee en origen. 


Pero decidimos meternos a ello ya que no hay alternativas, necesitamos que ambos troncos tengan concordancia, no podemos crearlo de forma que cada uno de ellos vaya a su aire, ello nos obliga a compactarlo. La solución pasa por elevar el tronco más bajo. Usamos un gato para poder forzar el tronco más bajo apoyándonos en el más alto. No usaremos rafia en este caso ya que consideramos que es más importante ver la progresión de la rotura que el soporte que puede aportar la rafia. 


Tal como esperábamos el tronco bajo se rompe. La rotura es perfectamente longitudinal al desarrollo de la vena lo que hace que el riesgo para este tronco sea nulo. 

A la hora de realizar este tipo de trabajos es importante comprender cual puede ser el resultado de los pasos que vamos a dar. Cuales son los posibles puntos de flexión, los de rotura, la dominancia de uno sobre el otro , la forma en que cada especie rompe , su resistencia, posibles puntos débiles para poder asegurarlos, etc... La experiencia con el tiempo acaba dandote una idea global anticipada del posible resultado. Por ello experimentar y vigilar detalladamente cada trabajo que hacemos nos aportara esa experiencia. 




Aseguramos con tensores el recorrido que vamos ganando con el gato. 


Podemos ver el cambio tras ¨apretar ambos troncos¨



Ademas añadimos un barra de tetracero para elevar el verde del tronco más bajo. 





El siguiente paso consistirá en actuar sobre el tronco alto, vamos a bajarle el verde para acercar ambas copas entre si. 




Para ello vamos a cerrar mas esa curva que pese a su calibre y ser todo madera sabemos que puede tener un buen recorrido. 



Aquí vemos nuevas fracturas en la madera que vamos vigilando de cerca para controlar que no se extienda a la zona de vena viva. 


Ademas de estar muy elevado el verde también estaba excesivamente desplazado hacia el frente. 
En ese esfuerzo por compactar el árbol vamos a poner una nueva barra de acero para poder dirigir el verde hacia el eje del la planta. 
  






Tras todo un día de trabajo tenemos un árbol muy diferente al de por la mañana. Todavía lejos del objetivo que nos hemos marcado pero con un camino claro. Es un trabajo muy diferente del que con demasiada frecuencia se realiza en bonsai. Non queríamos simplificar, no queríamos un bonsai exprés, no era un árbol para la foto ni para la el aplauso fácil. Era un proyecto donde aun sin saber si podríamos conseguir llegar al objetivo ideal si sabíamos que no recurriríamos a atajos para conseguirlo. 










Y esta es la diferencia tras un día de trabajo, viéndolo así cuesta pensar que pueda ni siquiera se un bonsai decente. Peroooooo, ¿y si sí? 

Lo sabremos en el próximo episodio. 








4 comentarios:

  1. Sin duda alguna el blog del que uno más aprende pues quien se iba imaginar que semejantes roturas y fisuraciones de venas vivas para conseguir un determinado fin estético eran posibles de no ser porque así dejas/dejáis constancia de que sí lo son sin comprometer en demasía la vitalidad de la planta.
    Sin duda, el bonsaista "autodidacta" con todas sus inseguridades (entre los cuales me incluyo), ante publicaciones como esta, está llamado a ser agradecido.
    Por todo ello,¡gracias!.
    Deseando ya el siguiente episodio.
    Un abrazo.

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  2. Desde siempre la finalidad de este blog es compartir nuestras experiencias con aquellos aficionados que afrontan trabajos similares a los que realizamos. Que estas experiencias puedan servir como referencia y ayuden a cometer errores que ya hemos cometido otros es nuestra pequeña aportación al mundo del bonsai.
    Un abrazo y gracias.

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  3. Voy a expresar mi opinion respecto de este articulo. Hay que ser c.... , es como comprar un ferrari en fasiculos y que te den el combustible en la ultima entrega (jajajaja). Ahora en serio, es impresionante el trabajo que estan haciendo, pero por favor no hagan demorar la tercera (y espero...!!) ultima y completa con el resultado final. Arriba equipo !!!!!

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    1. :))) ya llega el final, y espero que compense la espera.
      Un abrazo amigo

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